tag:blogger.com,1999:blog-17252833047439990542024-03-13T22:04:43.432-07:00Su pensamientofernando salas pinedahttp://www.blogger.com/profile/09546513342917051826noreply@blogger.comBlogger8125tag:blogger.com,1999:blog-1725283304743999054.post-64114130703623550222010-01-03T03:17:00.000-08:002010-05-12T00:11:48.414-07:00Su Pensamiento<b><a href="http://palmaburgos-pensamiento.blogspot.com/2007/08/en-construccin.html"><span class="Apple-style-span" style="color:#cc9933;">Ayer en Úbeda</span></a></b> <div><br /></div><div><b><a href="http://palmaburgos-pensamiento.blogspot.com/2009/05/carta-la-hermandad-de-zamarrilla.html"><span class="Apple-style-span" style="color:#cc9933;">Carta a la Hermandad de la Zamarrilla</span></a></b></div><div><br /></div><div><b><a href="http://palmaburgos-pensamiento.blogspot.com/2009/05/carta-desde-roma-su-hermano-jose-maria.html"><span class="Apple-style-span" style="color:#cc9933;">Carta a desde Roma a su hermano José María</span></a></b></div><div><br /></div><div><a href="http://palmaburgos-pensamiento.blogspot.com/2009/05/el-que-este-libre-de-pecado-que-tire-la.html"><b><span class="Apple-style-span" style="color:#cc9933;">El que este libre de pecado que tire la primera piedra</span></b></a>. <i>Publicado en le revista Vbeda.<br /></i></div><div></div><div><strong><br /></strong></div><div><a href="http://palmaburgos-pensamiento.blogspot.com/2009/05/acuarela-de-jueves-santo.html"><span style="color:#cc9933;"><strong>Acuarela de Jueves Santo.</strong></span></a> <em>Publicado en la revista Vbeda.<strong><br /><br /></strong></div></em><div><b><a href="http://palmaburgos-pensamiento.blogspot.com/2009/05/por-que-siempre-ubeda.html"><span class="Apple-style-span" style="color:#cc9933;">¿Por qué siempre Úbeda?</span></a></b></div><div><br /></div><div><b><a href="http://palmaburgos-pensamiento.blogspot.com/2009/05/ubeda-mi-novia.html"><span class="Apple-style-span" style="color:#cc9933;">¡Úbeda, mi novia!</span></a></b></div>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1725283304743999054.post-33392115871898016072009-05-30T09:26:00.000-07:002009-06-13T02:41:56.564-07:00El que este libre de pecado que tire la primera piedra<div style="text-align: right;"><span style="font-size:85%;">publicado en la <span style="font-weight: bold;">Revista <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">Vbeda</span></span></span><br /></div><br /><div style="text-align: justify;"><span style="font-weight: bold;">Hace poco tiempo apareció en la prensa un hecho que ha conmovido el mundo artístico; la acción vergonzosa, aunque tal vez inconsciente, de lanzar una piedra a la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">Gioconda</span> de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">Leonardo</span>.</span><br /><br /><span style="font-weight: bold;">Dejando atrás interpretaciones exactas o inexactas sobre el hecho en sí mismo, surge en cualquier espíritu capaz de vibrar ante toda la emoción artística un toque de alerta y reflexión sobre el significado de tal postura antiestética; en concreto, sobre el símbolo de tal acción. Y en verdad, que el residuo, el resumen de todas las ideas que han convergido en mi mente, se cifra para mi en esto: la pedrada contra la obra <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">leonardina</span> es el reflejo de la postura actual con respecto al arte puro.</span><br /><br /><span style="font-weight: bold;">Porque ante la sonrisa eterna de la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">Gioconda</span> (música entreabierta de carne femenina, deshojando los pétalos sagrados del amor y del espíritu) que el pincel tembloroso y profundo de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">Leonardo</span> cuajó en su lienzo de inmortalidad, se levanta hoy la risa sarcástica de un mundo inconsciente que se pasea ante los museos clásicos lo mismo que ante una avenida de rascacielos y de ese Mundo (y esto es más triste) de artista de nuestro siglo, que lejos de plasmar la eternidad de las emociones y de la belleza, nos traza <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_6">jeroglíficos</span> más o menos amontonados con la espátula o el pincel. Y esto si que es otra pedrada más dura y mas hiriente que la del loco del <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">Louvre</span>.</span><br /><br /><span style="font-weight: bold;">Es la pedrada del espíritu; es la pedrada que se sale disparada de ese fondo vacío, sin llenar, de la inspiración superficial de tantos «artistas»; esta pedrada de crear cosas nuevas (nuevas, sí; pero artísticas no). Y aquí está el defecto; aquí radica el pecado. El pecado hipócrita de rechazar y desligarse de la verdad y de la belleza pura, para llenar el mundo con sus firmas atrevidas. Las firmas de los clásicos están muy acentuadas. Ahora, las de ahora. Y a las de ahora, vacías de valor y contenido, tienen que despreciar aquellas, tienen que apedrearlas, con un mohín irónico de tiempos <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">requetepasados</span>.</span><br /><br /><span style="font-weight: bold;">También los fariseos acusaron ante el Señor a la Magdalena. También los viejos del Antiguo testamento acusaron a la casta Susana de fornicación. Mas unos y otros por envidia, porque unos no pudieron echar abajo la virginidad de una, ni los otros disfrutar del pecado de la otra. Y el Señor, sabio por naturaleza, lee en sus corazones la hipocresía y entonces les aplica la lección: «Si alguno está libre de pecado, que tire la primera piedra».</span><br /><br /><span style="font-weight: bold;">La hipocresía, sutil en sus entrañas, calcula las posibilidades y la firmeza de lo verdadero. Por eso, aquellos acusadores sabían perfectamente lo falso de su postura, y ante el Señor tuvieron que retirarse.</span><br /><br /><span style="font-weight: bold;">Del mismo modo, las pedradas actuales contra el arte perenne, son conscientes y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">sutiles y</span> falta que los espíritus de verdad, cuajados de arte puro, sean capaces de echar en cara al mundo tal monstruosidad. </span><br /><br /><span style="font-weight: bold;">«Desde estas Lomas de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">Úbeda</span> relicario de arte puro, lanzo humildemente la protesta que nace sincera de mi espíritu conmovido ante el símbolo del loco del <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_11">Louvre</span>.</span><br /></div>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1725283304743999054.post-63656074460460761992009-05-30T09:20:00.000-07:002009-05-30T09:22:07.735-07:00¿Por qué siempre Úbeda?<div style="text-align: right;"><span style="font-size:85%;">en Castel Sant´Elía, a 19 de abril de 1962</span><br /></div>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1725283304743999054.post-53689279187582516372009-05-30T09:19:00.000-07:002009-05-30T09:19:06.978-07:00Úbeda, mi novia<div style="text-align: right;"><span style="font-size:85%;">en Castel Sant´Elía, 21 de abril de 1962</span><br /></div>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1725283304743999054.post-66995887485920233152009-05-30T02:52:00.000-07:002010-05-12T00:12:09.485-07:00Acuarela de Jueves Santo<span class="Apple-style-span" style="font-size:x-small;">.</span><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://3.bp.blogspot.com/_mXixojwjTQY/S-YBNGQ6rBI/AAAAAAAAAD0/XzMhGtw_PVg/s1600/acuarela+de+jueves+santo.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; DISPLAY: block; HEIGHT: 300px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5469060122019539986" border="0" alt="" src="http://3.bp.blogspot.com/_mXixojwjTQY/S-YBNGQ6rBI/AAAAAAAAAD0/XzMhGtw_PVg/s400/acuarela+de+jueves+santo.jpg" /></a><br /><div align="right"><strong><span style="font-size:85%;">A mi Cristo de “ La Columna”<br />Revista Vbeda, 1956</span></strong></div><div align="right"><br /></div><div align="justify"></div><div align="justify"><strong>Llovía el Jueves Santo en la hora de la procesión; en la hora de la salida del Cristo de la Columna, de mi Cristo. Acuarela empapada de nubarrones y de impaciencias en el marco gótico rezumado de San Isidoro. En él se clavaban miradas húmedas de nostalgia, calientes de evocación, queriendo tallar ávidas la silueta del Poderoso…<br /><br /></strong></div><div align="justify"><strong>De pronto, ante un destello de sol que hace humear la dorada piedra, alienta el corazón frío de la tarde. Y el flojo tambor cofradiero tensó su lomo para anunciar que había que seguir latiendo. El cielo gris se desnuda en carnación de “buena tarde” y, por un momento, todo parece maduro. Una corneta, como una espada, arrincona todos los rumores, suena la melodía de la marcha “Desconsuelo”, y entre lágrimas el alma aflora a los ojos. Ya está en marcha la procesión, escoltada de colores penitenciales.<br /><br /></strong></div><div align="justify"><strong>Luego -nos había traicionado el rayo de sol; nos había traicionado el súbito descote azul de la tarde-, llovía otra vez; aleteo de nazarenos, balcones que se abren medrosos y entusiasmo doliente: ¡De prisa! ¡A Santiago! ¡Ya es nuestro! Cristo hecho reo por nuestros pecados. Esta tarde, es la tarde misma quien oficia la flagelación. La acuarela es de verdad. Las veletas de Santiago se retuercen mismamente como flagelos. Y un gigante nubarrón azota de flor blanca el rostro de nuestro Jesús.<br /><br /></strong></div><div align="justify"><strong>Nuestras miradas se clavaban en el infinito. Querían ser varales para el palio que necesitábamos; querían sostener un palio de Amor sobre la Figura adorable y maltratada de Cristo. El viento aullaba su furia: un sayón, un esbirro más para el Costado de Jesús.<br /><br /></strong></div><div align="justify"><strong>Y nuestras filas iban tiñendo de color morado las calles que apuñaladas de dolor eran el escabel de nuestros rezos musitados al son de broncos timbales también heridos por la prisa de esconder pronto nuestra pena.<br /></strong></div><div align="justify"><strong><br /></strong></div><div align="justify"><strong></strong></div><div align="justify"><strong>Luego, ya otra vez en San Isidoro, me acerqué a mi Cristo, a mi Imagen, traicionada este JuevesSanto por el beso fugitivo de un rayo de sol, con vocación de Judas. Todo el “paso” estaba perlado de llanto. Y yo enjugué el mío ante el Sagrario del Dios tres veces santo. Era frágil mi Cristo, era frágil la obra de mis manos. Pero en el “Monumento” estaba el Dios Fuerte, el santo inmortal que parecía repetirme: -No lloréis por mí; llorad…</strong></div>fernando salas pinedahttp://www.blogger.com/profile/09546513342917051826noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1725283304743999054.post-78024612280670737752009-05-24T11:23:00.000-07:002009-05-24T11:30:28.595-07:00Carta a la Hermandad de Zamarrilla<div style="text-align: justify;"><span style="font-weight: bold;">"Tu tienes que modelarnos a nuestro Cristo", me dijisteis. ¿De donde os nació esa fe en un muchacho de diecinueve años?. Aún estaban calientes las herramientas, calientes de las pulsos enérgicos de aquel hombre que fué mi padre. El barro trasudaba todavía la humedad marinera de nuestras brisas malagueñas. Y en el estudio silencioso, abandonado por él tan sólo unas fechas atrás, se percibían aún su últimas bocanadas de tabaco. i Y era yo un chiquillo de diecinueve años, quien debía sustituirle y romper aquel silencio casi patético de su estillo con los primeros gubiazos!. Su blusón de trabajo me estaba aún grande y aunque era apenas una ligera caricia, yo na podía con tanto peso sobre mis espaldas.</span><br /><br /><span style="font-weight: bold;">Vosotros me empujásteis a la aventura, a la primera gran aventura de mi vida artística. Comencé a amontonar barro, a hundir mis pequeñas manos en la masa rebelde -aquella masa destinada a forjar una imagen del Dios Crucificado-. Aquel barro cansado ya de ser amasado y modelado se fuá convirtiendo en un Cristo, en un Cristo, hermano de la Piedad y hermano de tantas obras de mi padre y maestro.</span><br /><br /><span style="font-weight: bold;">El barro siempre estaba jugaso.. .porque mi padre cuidaba de él. Y entorno al naciente Cristo de los Milagros nos apiñábamos los siete hermanos, como los "churumbeles" tristes, con las ojos febriles y una leve sonrisa de esperanza. Asi fue como nació nuestro Cristo, entre la Cruz verde y la Plaza de la Merced, en la calle Cobertizo del Conde, en el patio acristalado de una casa pequeña. Un patio convertido en estudio, lleno siempre de vida y de gracia. Y como en la gloriosa noche de Belén -una de nuestras noches malagueñas- una estrella verde posó sus labios en el barro frio de mi Cristo y susurró ¡Milagro!. Cuando a la mañana siguiente mi madre fui a retirar el saco que recubria el rostro del Cristo, se hirió con un alambre de la armadura, y... unas gotas de sangre tiñieron el barro y cayeron por el costado, del Crucificada. Fué ella quien, simbólicamente, dió la primera pincelada de la policromía. ¡Que grato -y que doloroso también- recordar todo esta a traves de la distancia!.</span><br /><br /><span style="font-weight: bold;">Os agradezco a todos vuestra devoción, jóvenes y viejos cofrades que acariciáis a mi Cristo de los Milagros. Porque ese Cristo es símbolo y sintesis de mi vida artística.</span><br /></div>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1725283304743999054.post-67509019740852063542009-05-24T02:51:00.000-07:002009-05-24T04:19:17.607-07:00Carta desde Roma a su hermano José María<div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">Roma, marzo 1961</span><br /></div><div style="text-align: justify; font-weight: bold;"><div style="text-align: center;"><br /></div>Tú sabes, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">Pepito</span>, que cuando la <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_1">República</span>, el 11 de mayo de 1931, una madrugada, abrí la puerta de Cobertizo del Conde, y, era Papá el que llamaba; venía mojado, roto y oliendo a humo el sombrero, "ese que tu <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">conservas</span>", metido de una forma indiferente y con, una tristeza tremenda en su cara simpática. Yo, tenía trece <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">años</span>, lo <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">apollé</span> como pude y, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">tocandome</span> la cabeza con <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_6">aquella</span> mano <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_7">calida</span> de creación, subimos los cuatro escalones rotos y se lo entregué a mamá; lloraron juntos; él le enseñaba algo que a mí, me escondía; pude ver, con la curiosidad de niño, un trozo de madera astillado y tronchado; lo besaba como si fuera una reliquia, lavó la ceniza de la policromía con sus lágrimas, "El Cristo!"... ¿Qué Cristo?, decía mema toda despeinada, con aquel pelo encrespado como una noche <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_8">trágica</span>. El nuestro, "El de Mena"; mamá lo abrazó y lloraron juntos. Yo no dormí. Por la mañana, tarde, muy tarde, bajó triste al estudio. Tocaba el barro, suspiraba, pero tenía tanta melancolía, que no podía hacer nada. Vinieron amigos, Rafael <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">Pérez</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">Bryan</span>, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_11">Ayala</span>, Papa le decía a este: <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_12">Antoñico</span> es increíble, no lo creo es tremendo, no puede ser. Tú recordarás, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_13">Pepito</span>, que <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_14">Ayala</span> me quería mucho, yo me lo llevé a un rincón del taller y me contó que, estando con Papá en la Plaza del Obispo, viendo cómo saqueaban el Palacio una turba de desarrapados mandados por uno <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_15">que</span> llevaba un impermeable grande, con la propaganda de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_16">Higado</span> de Bacalao, éste dijo: !A Santo Domingo!. Este grito se le clavó a Papá en el Alma, prendió de una brazo a <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_17">Ayala</span> y dijo "¡que van a a Santo Domingo, vamos!", y se fueron detrás de ellos; cuando llegaron al puente, <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_18">Antoni</span>o quiso entrar y <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_19">cogiéndolo</span> de la chaqueta le decía a Papá; D. Francisco, usted tiene siete hijos y esto es una barbaridad; no, deje ¿qué va usted a hacer?, pero dando un <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_20">tirón</span> se fue. Antonio me dijo que la puerta grande de la Iglesia se lo tragó como si fuera una gran boca; ya había humo y las maderas se <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_21">sentían</span> crujir. Luego, más tarde, pasado algún tiempo lo supe porque Papá era todo modestia y contar aquel acto heroico para él era mucho.<br /><br />Un día se lo contaba con lágrima a Pepe <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_22">Gonzalez</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_23">Marín</span>; yo lo estaba oyendo, estaba preparándole para que <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_24">policromara</span> una cabeza, y le <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_25">decía</span>: "Pepe de mi alma, todavía no lo creo"... "<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_26">Cuéntame</span>". Yo entré detrás de aquellos como absorbido por su ira y me quité el sombrero; estaba en la Iglesia; no sabía qué hacer y - me lo encasqueté con rabia; vi que uno entré en nuestra Capilla, abrió la verja y <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_27">empezó</span> a flagelar a nuestro Cristo. Yo di un, zarpazo, le cogí una pierna y lo insulté: él levantó el palo con furia para darme con él en la cabeza, yo lo miré como rompiéndole la cara, y él, descargó su furia sobre la pierna del Cristo, rompiéndola, le hizo saltar el clavo y por la punta debajo de la rodilla saltó la astilla divina... Papá le decía a <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_28">González</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_29">Marín</span>: Pepe, todavía tengo en los oídos el <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_30">crujir</span> del cedro; fue como si la escultura andaluza se quejara toda... "Hubo un suspiro, una gran pausa. y la humedad de la sala baja se caldeó. <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_31">Gonzalez</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_32">Marin</span> abrazó a Papá y le dijo: "Paco Palma, eres un poeta; tu gesta en aquella nave de Santo Domingo es digna de un caballero andaluz como tú. ¡Bravo!"...<br /><br />Continúa... ¡No, Pepe, otro día!"... En otro momento continuó su relato Julio Trenas, que era como yo, pero mas listo que todos nosotros; supo, no se por quién que Papá continuó su relato y me lo contaba: "Tu Padre, Paco, cuando aquel que le rompió la pierna al Cristo se fue asustado por la mirada de tu padre, empezó a retirar los bancos, vitrinas y reliquias que había en la capilla. La dejó limpia de leña para que el fuego no se comunicará, salió a la nave central <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_33">cerrando</span> la verja; dice que saltó por encima de un gran rollo que había ardiendo; pensó que fuera el manto de la Esperamos, dice que sus llamas eran verdes y el humo <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_34">olía</span> a romero.<br /><br />Buscaba como loco, a alguno que le ayudara a descolgar el Cristo; <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_35">vio</span> como ardía la Virgen de Belén, rota como un cascarón, y guardo un trozo de aquella maravillosa talla; el humo era lo bastante denso e irrespirable, salió a la calle, y se encontró a los bomberos; se dirigió a <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_36">Ramírez</span> y llorando como un niño, le pidió dos hombres; <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_37">Ramírez</span> <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_38">fue</span> con él y entraron nuevamente en la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_39">lglesia</span>; se amarró un pañuelo como los bomberos entre llamas y astillas rotas, entraron de nuevo a la Capilla, Papá, ayudado de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_40">Ramirez</span>, descolgaron el Cristo. Papa le rompió los brazos con el <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_41">coraje</span> que le caracterizaba los unió al cuerpo (Con el manto de la Virgen, "<span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_42">parecería</span> un <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_43">Nicodemus</span>") Él en este momento quería salvar a su Cristo, que amaba, y la talla maravillosa, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_44">deciéndole</span> el homenaje más maravilloso que un escultor hizo en todos los, porque amaba a Pedro de Mena y era su Maestro ideal, porque Mena era medio Granadino y me dio Malagueño como Papa, porque Papé era Antequerano, que es decir medio Malagueño.<br /><br />Bueno, de<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://fotos.subefotos.com/d808dfdb5f256fca547ae1feff4c927ao.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 192px; height: 768px;" src="http://fotos.subefotos.com/d808dfdb5f256fca547ae1feff4c927ao.jpg" alt="" border="0" /></a>jaron el Cristo envuelto en el manto de la Soledad, y, entre humos, crujir y rumor <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_45">d</span><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_45">e</span> hecatombe, quedó en su tumba a esperar su nueva <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_46">Resurrección</span>; unos soldados que es estaban en la puerta les prometieron no abandonar la Iglesia. Mas tarde una nueva orden, y entraron y quemaron el Cristo. <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_47">Aquí</span> hay un lapso de tiempo, que se prestó a dudar que <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_48">alguien</span> entrara y y lo robara. Pero <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_49">desgraciadamente</span> se quemó... Le dolió a Papá esta pérdida mas que las de su ¡Piedad!, que en aquellas horas de la <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_50">República</span> masónica hizo desaparecer como tanta obra que Málaga no <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_51">perdornará</span> nunca a sus republicanos.<br /><br />Lo que pasó después, tu ya puedes hablar, porque Julio Trenas esta en Madrid, y él como los amigos de Papa, que nos ayudaron y quisieron que nuestra familia siguiera, ellos fueron los que, a pesar de ser yo un niño, modelara su nuevo Cristo, el de de la Buena Muerte, y yo, con toda toda esta historia mamada y con la gran devoción a nuestro Padre en todo sentido, como hombre, padre y maestro, él fue en Málaga el último clásico quiso salvar su historia y <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_52">dio</span> su vida como los buenos.<br /><br />Yo modelé mi Cristo como homenaje a esta tradición, ablandé el barro que el dejó cogido en el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_53">Ejido</span>. Le di forma pensando siempre en él, y el Milagro se cumplió; porque fue Papá; mientras yo dormía sueños ingenuos, él, de madrugada, daba forma al barro, verde como su Esperanza.<br /><br />Cuando yo continua, <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_54">veía</span> sus manos como saetas que ya cantaran sus gitanos. Cuando lo tallaba en aquel pino maravilloso sus astillas rompían el cuadrado bloque, porque crear es dar libertad a la belleza... y de esta forma, una noche de primavera, de esas que a Málaga acaricia nuestro Cristo, el Cristo de Palma, ya no era el de Mena, porque Mena, como premio al heroísmo que Papá entregó una madrugada <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_55">para</span> salvar su obras le <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_56">dijo</span>: Tú mereces que mi Cristo sea tuyo; tu hijo lo tallará, para que Málaga nos recuerde como dos hermanos que amaron su Cristo.<br /><br /><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_57">Pepito</span>, este es el momento para que Málaga sepa que el Cristo de la Buena Muerte de Mena es ya de Palma, ganado en buena lid.<br /><br /><div style="text-align: right;"> Un abrazo.<br />PACO.<br /></div><br /></div>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1725283304743999054.post-72904666452401646392007-08-04T13:40:00.001-07:002009-05-23T15:11:40.741-07:00AYER EN ÚBEDA<div style="text-align: justify; font-weight: bold;">Hoy me encuentro en mi <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0"><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">Úbeda</span></span> terminando unos compromisos. Hoy son da pintura, color… manejar el color es uno de los mejores placeres.<br /><br />Como me gusta estar al día en todo, cuando estoy en <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1"><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">Úbeda</span></span> tengo que recorrer mis callejas de cal y piedra y buena forja, llorar a los amigos que se fueron.abrazar a todos, a los del centro y a los alfa<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2"><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">reros</span></span> de le calle <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">Valencia, para</span> mi todos son del mismo barro, del que guarda la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">Virgencita</span> pequeña en el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">Gavellar</span>; es... rosa ocre, como la carne. Luego se encargan los hornos de purificarlo si las manos que lo modelaron fueron pecadoras.<br /><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4"></span><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5"></span><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6"></span><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7"></span><br />Recuerdo cuando modelaba en Santo Domingo -"iglesia abandonada"- mi gran relieve para la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">fachada de</span> los Padres Jesuitas. El barro se amontonaba en la puerta reseca como una boca de nicho abandonado. Los <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9"><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">borriquillo</span></span>s morunos descargaban su blanda carne de aquel barro rojo vivo que mas tarde iba a <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_10">convertirse</span> en niños, pastores y en un gran <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_11">Jesús</span> Salvador abrazando en el aire húmedo y olvidado de aquella nave abandonada, la esperanza que en un <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_12">día</span> se iba a convertir en piedra.<br /><br />Los chiquillos del barrio de Santo Domingo <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_13">pellizcaban</span> el barro y mojaban sus manitas... convirtiendo de nuevo <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_14">Santo</span> Domingo en una gran pila bautismal. Todo el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_15">barrio mojó allí</span> sus manos,... empezó a sentirse viva la Iglesia otra vez..., su artesonado recibía el calor de los de abajo. Entraban tallistas, canteros, cobradores, maderas, arquitectos, alcaldes, al <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_18">Señor </span><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_19">Obispo</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_20">con sus</span> Teresianas a ver su Virgen de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_23"><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">Despeñaperros</span></span>. Un <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_24">ingeniero maravilloso</span> de pelo blanco, iba trazando la carretera para llevarla hasta su lugar. Santo Domingo <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_7">fue</span> calentando su cal interior hasta convertirse en horno o <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_25">crisol</span>, su artesonado fue como un <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_27"><span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_8">árbol</span></span> del Viejo Testamento convertido en un otoño dorado que ofreció su flora pare inspirar retablos y altares; de Santo Domingo salieron para todo el Santo Reino, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">imágenes</span> y fe, si FE, porque todo fue tallado con mucho amor, se creó toda une dinastía de canteros, tallistas, escultores y pintores. Ellos <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_28">continúan</span> ahora en otras <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_29">iglesias</span> abandonadas o palacios hundidos.<br /><br /><span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_30">Hoy</span> paso mi mano cansada <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_31">del</span> cincel, por aquellas piedras de mi Santo Domingo, y suspiro recordando..., enseguida uno de aquellos chiquillos que jugaban con el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_32">barro de</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_33">ayer</span>, me pregunta ¿cuando va usted a modelar en nuestra Iglesia para que el barro este alegre?.<br /><br /><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_35">Ya </span>lo estare hijo mío, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_36"><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">pront</span></span>o <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_37">sus</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_38">campanas</span> os llamaran, y entre el humo del incienso <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_11">vereis</span> el polvo de la piedra cuando <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_12">tallábamos</span> a nuestro San Juan de la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_44">Cruz, a</span><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_13">quel</span> que se fue a cantar maitines al cielo en esta <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_14">Úbeda</span> de siempre.<br /><br /></div><div style="text-align: right;"><div style="text-align: right; font-weight: bold;">FRANCISCO PALMA BURGOS<br /></div><div style="text-align: right;"><span style="font-weight: bold;" class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_46"><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_15">Úbeda</span></span><span style="font-weight: bold;"> y agosto 1966</span><br /></div></div>Unknownnoreply@blogger.com